domingo, 3 de noviembre de 2013

Pues vaya usted a saber

La sangre me retumba en las sienes. Noto mariposas negras en mi estómago. Voy a vomitar. Yo no soy así, yo no me siento así. Hace mucho, muchísimo que no siento algo parecido. No debería estar ocurriendo. Pero lo cierto es que ocurre.

Se me sublevan los sentimientos. No sé cómo reaccionar. Apenas acabo de asimilar lo que me pasa y oigo sobre mí cómo la música estridente intenta tapar el ruido de muebles y tus gemidos con alguien que no soy, ni seré, yo.

Estoy celosa.

domingo, 27 de octubre de 2013

Te ofrezco una amiga.


Te ofrezco noches en vela, noches de insomnio y preocupación.
Te ofrezco noches de risas, de cervezas y de alegría.
Te ofrezco charlas interminables sobre todo y nada.
Te ofrezco libros, teatro, música, arte y cultura.
Te ofrezco la verdad.
Te ofrezco esto.

Te ofrezco todo lo que tengo y todo lo que soy. Lo que soy yo, no lo que digo que soy.

Y lo único que pido a cambio, es tu respeto. Que me dediques tiempo y llegues a valorarme, que sepas lo que te he dado y quieras darme lo mismo. Nada más. Pero ni un ápice menos.



martes, 1 de octubre de 2013

Liguero

 Y de vez en cuando amanece un día en el que te apetece ser algo más de lo que la gente espera de ti. Te apetece ser alguien nuevo, te apetece ser tú misma. No quieres más pegas, más normas o más trabas. Quieres hacer algo.

Y lo haces.

Te levantas de la cama y tus movimientos son distintos, más suaves, más felinos. La cara que te saluda desde el espejo no es la de siempre. Es nueva y tiene ganas de jugar. 

Abres el armario y nada te sirve. Todo pertenece a otra persona, a alguien completamente distinto, alguien que intenta ocupar tu lugar día a día. Pero hoy no. Lo ves, al fondo, en una caja y dices ¿por qué no?


Sales a la calle de otra forma, caminas con la cabeza alta, te contoneas y tus tacones repiquetean por el empedrado mientras notas cómo se sube tu vestido y los hombres te miran el escote. Pestañeas rápido, sonríes de lado y sientes el cosquilleo del liguero clavándose lentamente contra tu piel.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El poder

 Hay pocos momentos en los que una mujer sea tan poderosa como cuando se está desnudando delante de un hombre. En ese pequeño y exquisito momento no existe nada en el mundo más importante que cada uno de los milímetros de piel que va dejando asomar. A medida que libera su piel de las capas se va sintiendo en el ambiente esa necesidad animal, esa ansia apenas reprimida. Aparece una mirada felina y hambrienta en los ojos, las manos empiezan a volar, los cuerpos empiezan a a arder y las distancias se convierten en obstáculos que necesitan ser salvados inmediatamente. La sed se acrecienta y empiezas a sentinte valiente, rebelde y agresiva. Un mordisco por aquí, un arañazo por allá y de pronto los cuerpos empiezan a molestar. Ya no se puede distinguir uno de otro pero empieza a ser, a pesar de o gracias a, un inconveniente.


Nada se puede hacer excepto fundir las lenguas, las manos, los alientos y los cuerpos en uno solo.

¡FIN DE LAS VACACIONES! ¡HEMOS VUELTO! :D


domingo, 2 de junio de 2013

Manzanas

La gente dice que se puede saber cómo besa alguien según cómo se come una manzana.

No lo tengo yo muy caro.

Es decir, he besado mucho y he comido muchas manzanas y cambiar... lo que se dice cambiar, solo he cambiado la forma de besar. Pero las manzanas... 

Las manzanas son distintas.

Nadie debería morir sin comerse bien una manzana. Quiero decir... Una manzana solo se puede comer de una forma: Tienes que mirarla y, con deliberada indiferencia, morderla. Ñam. Todo lo que puedas,un bocado. Y que suene. Clac. Sino, no lo has hecho bien. Y tiene que quedar marca, grande, enorme, gigantesca; que se note bien.

Y ahí es donde se ve la diferencia: en los besos, muchas veces, no llegas al corazón y con una manzana bien mordida, siempre.

martes, 14 de mayo de 2013

Crónicas de un metro abarrotado

Podrán decir lo que quieran pero es en estos momentos, justo en estos momentos de agobio, empujones, poco aire y calor en los que de verdad dejamos salir a los impulsos más bajos. Ni enfados, ni sexo, ni porras. Ahí te lías a codazo limpio.

"Sigue al chico de la camisa de Metallica", "acércate al pelirrojo", "busca aire ¡YA!" y el famoso famosísimo "huye de aqui". Y entonces empiezas a empujar, a tirar, alguien te toca el culo, tú tropiezas accidentalmente y, en caso de necesidad, que no te extrañe si alguien te muerde un ojo.

Vale, he de admitirlo. Tampoco es que me gusten demasiado los espacios abarrotados de gente. Si puedo, suelo evitarlos. Excepto las discotecas y estas... No siempre.

No me malinterpretéis, no es que no me guste la gente... Es que no me gustan los Madrid Arena. Ni el olor a sudor de la gente que no se ducha desde hace 20 horas ni...bueno, la gente mayor que cabecea en los asientos y los niños que gritan que tienen pipí.

Y quien diga que es mentira... ¡Nunca ha estado en Madrid un día de "huelga convocada por el Comité de Empresa de EMT"!

Habrá que aguantar... ¡Paso, paso! ¡Dejen salir antes de entrar!